Páginas

martes, 8 de febrero de 2011

Y CAÍ EN LA TENTACIÓN

Lo que iba a pasar era inevitable.
Estaba allí desnuda contra la pared, sintiendo su respiración en mi cuello. Realmente lo deseaba, pero no podía evitar sentir que estaba haciendo algo malo.
Me cogió en sus brazos y me llevó hasta la cama. Fue imposible resistirme a él, a sus caricias, a sus besos(lo juro). Y en esa misma cama que hizo completamente suya.
                                                     ...........................
Nos quedamos dormidos, hasta muy tarde.
Desperté mas o menos a las 2:30. Tenía una sensación que no podía explicar( no en ese momento).
Intenté levantarme, pero Gabriel se despertó.
-Ummm... ¿a dónde vas, princesa?- me rodeó con sus brazos- Mejor quédate conmigo...
- Sigue durmiendo- le susurré- en seguida vuelvo.
Me fui a cuarto de baño y me duché rápidamente. Volví a la habitación, procurando no hacer ruido, me puse mi vestido, y me marché.
En cuanto llegué a mi departamento, me tiré en la cama. Me quedé allí varios minutos, si moverme.
Cuando cerraba los ojos, podía sentir sus manos sobre mi cuerpo, sus labios recorriendo mi piel.( ese hombre sí que sabía cómo hacerlo)
Ya era domingo por la tarde y las chicas aun dormían. Me levanté de la cama y fui a  la cocina, a preparar algo de comer.
-Ya estas aquí.- dijo Marie un poco adormecida.-¿ Pasaste la noche con él? No me digas que te fuiste a casa de Frank.
- No. No fui a casa de Frank.- No quería contar lo ocurrido.
-Eso significa que estuviste con Gabriel- llegó la que faltaba, Myriam-. Pero cuéntanos, cómo fue.
-¿No me digas que te arrepientes? Olvídate de Frank, él no te merece. ¿ Cuál de los dos es mejor amante?
- Chicas, basta ya. No quiero hablar de eso.
- No te gustó. Ah, no me digas que... no está bien dotado...- Myriam, siempre tan directa.
No pude aguantar las ganas de reír, ella siempre lo conseguía.
-No... No es eso.- No iban a parar hasta que les contara-. Fue increíble. Aunque les confieso que no tenía pensado nada de eso. Supongo que eso lo hizo aun más exitante.
Comimos y charlamos sobre lo ocurrido, sin entrar mucho en detalles.
Gabriel estuvo llamándome, pero no estaba preparada para hablar con él.
Al final le devolví la llamada.
- Hola, cariño. ( me acordé de Frank). Te fuiste sin decir nada. ¿Qué pasó?
- Nada, nada. Es que tenía que hacer unas cosas en casa, y no quería despertarte.( las mentiras estaban siendo habituales)
- Entiendo. Bueno, sé que ha sido un día muy largo. Que descanses. Te llamo mañana.

1 comentario:

Admin dijo...

Entre mas entro a este blog, mas aprendo de las mujeres, esto es un diccionario....Eso indica que cuando dicen que no muchas veces estan diciendo "Que esperas pariguayo"...Como decia una amiga "No lo pidas cojelo"...jejeje