Hace unos días tuve una ''cita'' con Líam.
Digo ''cita'' por según él no lo era. Les cuento:
El día anterior, Líam me llamó y me dijo que '' había quedado con los chicos para ir a tomar algo en la noche y que contaban conmigo''
Acepté la invitación sin saber el propósito que traía oculto.
Al día siguiente me presenté en el lugar acordado. Y después de un buen rato, apareció él.
- ¿Dónde están los demás?- pregunté
Me dijo que, casualmente, no podrían ir. Y empezó a darme unas explicaciones de cada uno que no me creía en absoluto, porque me parecía mucha 'coincidencia'.
-¿Tienes problema con que estemos a solas?- preguntó
- En absoluto. ¿ A dónde vamos?
Fuimos a un bar mexicano y entre tequila y tequila nos fuimos sincerando.
Me habló de todo el tema con su ex, Marisa. De su hijo...y de nosotros.
- Tu carácter te hace tan difícil que más de una vez me plantee rendirme. Pero hay algo en ti, que me incita a seguir cada vez que pienso dejarlo. Aún así, lo que cuenta es tu palabra. Y tú dijiste que solo seríamos amigos.
Y así continuamos la noche, como dos amigos. Bebimos, bailamos, incluso comimos. Y me sentí muy bien.
Sobre la media noche me acompañó a mi casa.
-Admito que todo estaba planeado. Si te hubiera invitado correctamente no hubieses aceptado. Me salió bien el engaño.
Y besó dulcemente los labios.
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