Nada ha sido igual desde el INCIDENTE. No he podido contarle a las chicas lo que pasó, y no estoy segura del por qué.
Todos me conocen como una mujer con demasiado carácter. Una mujer fuerte. Sinceramente no quiero que piensen lo contrario al saber lo ocurrido, y mucho menos que me tengan pena, porque no me vuelto débil por eso.
O puede que simplemente sienta vergüenza.
Yo no tengo miedo y no pienso quedarme de brazos cruzados.
Solo he podido hablar del tema con una persona: James.
No he mencionado a James antes, supongo que no tenía mucho sentido, porque no vive aquí. Pero James es la persona a quien le cuento todas mis cosas, TODAS.
Hacia varios meses que no nos veíamos, pero con el gran invento del Internet (y el teléfono), estamos en contacto a diario.
Cuando le conté a James lo que había pasado se puso furioso:
- No puedo creer que ese cabrón te tocara. Tienes que contárselo a alguien más. A alguien cercano a ti.
- Ya te expliqué....no entiendes...
- No! Tú no entiendes- estaba realmente enfadado- Yo estoy a miles de kilómetros. No puedo defenderte desde aquí.
Lo sé perfectamente, y tampoco busco nadie que me defienda. Él también lo sabe, pero no puede evitar se mi protector.
-Ven a Alemania conmigo- me dijo con mucha calma.
- James, no estoy para bromas- le dije sonriendo.
- Lo digo totalmente en serio. Necesitas desconectar de todo, alejarte al menos unos días.
Tenía razón, siempre la tiene.
Lo hice. Fui a Alemania a visitar a James. Estuve allí como diez días y fue sorprendente. Era justo lo que necesitaba.
Pero hay algo que me preocupa. Algo pasó con James.
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