Hace tiempo que James y yo somos amigos. Supongo que es porque en realidad somos muy parecidos.
Él es un hombre bastante atractivo. Un poco coqueto, porque se preocupa mucho por su imagen, ir a la moda, etc. Sé lo que están pensando. Pero no, no es gay.
Tiene una forma especial de tratar a las mujeres, por lo que tiene una impresionante lista de conquistas. Él no es el típico cazador, que asecha a su presa, como un león en la sabana africana( jeje). James observa con discreción, e incluso las trata con indiferencia al principio. Pero poco a poco van cayendo en sus redes. Sin duda es un poco mujeriego, pero si utilizar nunca el engaño.
Cada vez que hablamos me cuenta alguna de sus '' conquistas''.
'' Yo siempre les dejo claro lo que hay. Desde el principio les advierto que solo será sexo''
Y les sorprendería la cantidad de '' victimas'' que tiene, a pesar de las condiciones.
Les juro que lo que pasó en Alemania fue totalmente inesperado.
Ya era mi octavo día en Berlín, y lo estaba pasando realmente bien.
Una noche, James y yo estábamos en casa( su casa) tomando y recordando viejos tiempos. Contando secretos, vergüenzas...
- Cuéntame algún secreto. Algo que no hayas contado a nadie.
- Eso es imposible. Tú ya lo sabes todo- dije tomando un trago de tequila.
Me recosté sobre sus piernas y conversábamos mientras tocaba mi pelo.
No sé si fue el tequila ( no tomamos tanto), pero de pronto nos estábamos besando.
- ¿Qué estamos haciendo?- dijo acariciando mi mejilla
- Los amigos no hacen estas cosas.- dije algo avergonzada.
- Sí, somos amigos. Eres mi mejor amiga, y no quiero que nada arruine nuestra relación.
- Sí, estoy completamente de acuerdo.
Me temblaba la voz, las manos también.
Nos besamos otra vez. Y otra... y otra...
..........................................................
Cuando abrí los ojos, a la mañana siguiente, lo vi frente a mí. Ya estaba despierto. Me miraba fijamente, sin decir ni una palabra.
De repente una imagen llegó a mi mente: James y yo... ¡haciéndolo!
El pánico se apoderó de mi cuerpo.
- ¿Qué haces en mi cama? Estoy desnuda- grité mirando debajo de las sábanas.
Y de la histeria y los gritos, pasé a la risa nerviosa.
-Entiendo que estés nerviosa- dijo acercándose a mí.
- No estoy nerviosa, ( mentira) solo estoy confundida.
- Por favor, te conozco como la palma de mi mano- me besó en la frente y me abrazó con ternura.
Nos quedamos en la cama un buen rato, sin decir nada. Abrazados.
- Voy a preparar el desayuno.
Se levantó de la cama y se dirigió al cuarto de baño, totalmente desnudo.
No puede evitar mirarlo mientras se alejaba.
Qué espalda... qué cu.... cuerpo! ( jajaja)
Durante el desayuno hablamos del ' tema'.
- Ok. Ya está hecho. Pero si lo analizamos cuidadosamente, resulta que no es tan grave.- dijo entre risas.
- ¿Tú crees?- también me eché a reír- ha sido un error.
- No... claro que no. Solo lo hicimos una vez. Así que no pasa nada. Seguiremos como antes.
Me gustaría creerlo, pero no creo que pueda ser.
Era mi último día en Berlín, así que fuimos a aprovechar el día. La última parada fue el museo de cera, Madame Tussauds.
No hay comentarios:
Publicar un comentario