Esta vez solo aguantó dos días. Frank me volvió a llamar.
En realidad me estuvo llamando toda la tarde. Al final no tuve más remedio que contestar.
- ¿Tan importante es lo que tienes que hacer?¿ Por qué no me has contestado?- estaba enfadado.
Odio que me interroguen, o quieran averiguar mucho de mis asuntos. Y más aun, dar explicaciones.
- Lo que haga con mi tiempo es asunto mío- le contesté- Si no tienes nada importante que decir, voy a colgar.
- Amor, ¿por qué me tratas así?
- ¿Como?- pregunté con indiferencia
- Olvídalo. ¿ Aceptarías comer conmigo mañana?
- No puedo. Tengo planes. (que mala soy)
- Cancélalos. O puedes posponerlos.
- No es posible. Tengo demasiado interés en asistir.
Si soy un poco mala-
No hay comentarios:
Publicar un comentario