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lunes, 30 de mayo de 2011

Recaída

Algunas cosas han cambiado en estos días, y no me gustan en absoluto esos cambios.
Por un  lado, Miryam se fue a vivir con su novio( uno de tantos) y Marie se fue a Alemania, a visitar a su hermano, James. Por lo tanto me he quedado sola.
La otra cosa es que, hace unos días, tuve una recaída. Volví a enfermar y de vuelta a hospital.
Frank estuvo allí, cada día.
 Y cuando me dieron el alta, él insistió en 'cuidar' de mí:

- No pienso dejarte sola. De ninguna manera. Vienes a conmigo y no hay mas que hablar.
- Yo puedo cuidarme sola. Lo he hecho hasta ahora y me ha ido muy bien. No te necesito.

De nada me sirvió poner resistencia.
Pasamos por mi casa a buscar algunas cosas, luego fuimos directamente a su apartamento.
Estuvo despierto por las noches, cuando no podía dormir. Poniéndome paños calientes para bajar la fiebre...
Sí, me trató como una reina y estuvo muy pendiente de mí, pero  no es tan fácil ganar mi perdón.
Estuve en su casa cuatro días.
Al cuarto ya estaba mucho mejor, pero Frank no me dejó marchar:
- Te digo que estoy bien. Gracias por todo, pero ya me voy a mi casa.
- No, señorita- cerró la puerta con llave y la puso fuera de mi alcance.
Empecé a enojarme.
- Mi amor, no te pongas así.
- Yo no soy tu amor- dije muy despacio.
- Siempre lo serás. Aunque no estemos juntos.
Parecía realmente triste( o era puro teatro?.Imposible saberlo)
Nos miramos a los ojos durante un rato.
- De verdad siento mucho... el daño que te hice.
Se quedó pensativo unos minutos.
- Ok olvidemos todo eso, por hoy. Simplemente disfrutemos del día como hacíamos antes.

domingo, 15 de mayo de 2011

DICHOSO FACEBOOK

Ya me siento mucho mejor. Además esta semana ha sido bastante interesante.
Por un lado, me reencontré con un viejo 'amigo'. Su nombre es Rick y, por supuesto, esta buenísimo!
Lo conocí hace como cinco años, mucho antes de conocer a Frank. Nos hicimos amigos y solíamos hablar durante horas, solíamos a pasear, ir al cine... Era fantástico, hasta que un día me confesó que él quería algo más.
Creo que ya imaginan lo que pasó: ¡ salí corriendo!
 Como les conté, a esa edad me aterrorizaban los hombres y evitaba salir con ellos, o tener novio, porque temía llegar a la parte sexual.
Rick y yo cortamos la comunicación y cada uno siguió con su vida.
El caso es que hace unas semanas contactó conmigo a través del dichoso Facebook(  que jodido invento) y nos volvimos a poner al día.
Comprobé que tiene una relación estable con una chica que, curiosamente, se parece mucho a mí
 Y ya que hablamos de Facebook ese, el otro día publiqué unas fotos, que realmente me parecían bonitas. Al poco rato recibí un mensaje de James:
'' Wao que gorda estás ¿ Qué estás comiendo?''
Al ver ese mensaje sentí que mi cuerpo se empezaba a quemar, como cuando pasas una vergüenza en público.
Rápidamente le escribí  '' ¿Disculpa?''
Por suerte era un mensaje privado, porque me habría muerto de vergüenza.
'' Baby, te ves gordísima en esa foto. Y no lo digo por hacerte sentir mal. Al contrario, te quiero, por eso te lo digo''
Me quedé con la boca abierta. No entiendo por qué me dijo eso, si todo el mundo me dice lo contrario.
Desde que rompí con Frank me he estado cuidando más que nunca, haciendo mucho ejercicio. Y, no es por presumir, pero la gente no deja de decirme lo bella que estoy.
- Vaya! Eres la primera persona que me dice eso. Además, según veo mis fotos han causado sensación.
- Cariño. Yo no digo que estés gorda. Es la foto. No me gusta para nada. ¡ Quítala!
-¿Que la borre?- no podía creer lo que me estaba diciendo.¿ Me estaba dando una orden?
- Sí, amor. Bórrala.
No me gusta sacar conclusiones, pero creo que lo que no le gustaba de esa foto, era los comentarios masculinos diciendo lo sexi que me veía. Porque hasta ese día, James JAMAS me había comentado NADA respecto a mis fotos en Facebook.

sábado, 7 de mayo de 2011

Aún hay algo

Estos días he estado bastante mal de salud. Tanto que estuve interna en el hospital casi una semana.
Y la persona que estuvo pendiente de mi en todo momento, fue quien  menos imaginaba: mi ex novio, Frank.
No se como se entero de que estaba en el hospital. Se imaginarán mi sorpresa cuando se apareció allá.
Estaba muy asustada con todo lo que estaba pasando. Los médicos me hacían pruebas sin parar y, según ellos, no encontraban nada que explicara mi dolencia.
El martes estaba en la habitación, en compañía de Marie. Llevaba ya dos días en el hospital y estaba desesperada.
Aunque ya no sentía nada, los médicos insistían en mantenerme allí para averiguar la causa. Y yo moría de miedo. Pero cuando vi a Frank entrar por esa puerta, todo eso desapareció. Me sentía aliviada, segura.
Marie se molestó mucho al verlo y se pusieron a discutir. Casi los sacan de la habitación.
- Que haces aquí?- Marie lo miraba con desprecio- Creo que lo último que ella necesita es verte la cara.
No le hacía ninguna gracia dejarme con él, pero logré tranquilizarla porque tenía que irse al trabajo.
- No es necesario que te quedes, Frank. Además me resulta algo incómodo.
- Lo sé. Pero no quiero irme. Si no quieres hablarme, ni mirarme siquiera, lo entiendo. Solo me quedaré aquí sentado.
- Quizás yo ya no signifique nada  para ti, pero tu siempre serás mi amor,  y siempre estaré cuando me necesites.
Estuvo conmigo esos días, procurando que me todo fuera bien, que no me faltara nada.
Después de cinco días, determinaron lo que me pasaba y tras explicarme el tratamiento, me dieron el alta.
Estoy muchísimo mejor, peor por ahora debo ser fiel a las indicaciones del médico.
Y Frank sigue pendiente, llamándome hasta cuatro veces al día.