-Que haces aquí? No querías estar con tus amigos esta noche?- lo dejé ahí de pié y me fui con las chicas a bailar.
( Parece que no sabe con quién está tratando)
Volvió Gabriel con el novio de una de mis amigas( Marie).
- ¿Bailamos?- me pregunto con esa preciosa sonrisa.
-Por supuesto- le contesté con un poco de indiferencia( lo intentaba).
- No me habías dicho que Frank es tu novio...
- No? Tampoco me pareció tan importante. Tú ya sabias lo de mi novio.
- Cierto, pero no sabía que era él.
-Eso te supone algún problema( jaja lo mismo que con Liam?)
- Te supone a ti algun problema si te beso ahora mismo?
Me quedé petrificada. Una parte de mí decía bésame, pero si Frank lo veía....
- Bueno. Hazlo si quieres, pero ¿aceptarás las concecuencias?
Nos miramos a los ojos.
- Ya es tarde. Me voy a casa.- salí apresurada.- Chicas, ¿nos vamos?
- Si, vamos.- mis amigas sospechaban que algo pasaba.
-Espera!- Gabriel estaba tranquilo.- No se pueden ir solas. Esperen que busque el auto y las llevo.
Nos fuimos con el, Myriam, Marie y su novio, y yo. Pero las chicas quería seguir con la fiesta.
- Vamos a nuestro apartamento y preparamos algo de comer- Esa Myriam. Eran las dos de la madrugada y miren con lo que saltó ella.
Llegamos al apartamento, preparamos algo de comer para ellos y compartimos un rato. Luego las chicas se fueron a ''dormir'', dejandome en la sala con Gabriel ( sí, los dos solos)
Se sentó a mi lado en el sofá. Estuvimos en silencio unos segundos...
-Ahora puedo besarte?- no espero respuesta y se inclinó hacia mi. Me besaba con calma, mordía mis labios.
El corazón me palpitaba tan fuerte, que pensé que se saldría de mi pecho. Cada vez que me acariciaba, mi cuerpo se extremecía.
-Sé que me deseas...- empezó a desnudarme poco a poco( uff estaba temblando)
De repente algo nos interrupió: mi celular.
- No contestes....
Sonó otra vez, y otra y otra.
- No dejará de llamar hasta que conteste.( era mi novio)
- No tardes.
Jamás en mi vida había estado más asustada (eso pensaba)
-¿ Qué quieres?- le dije groseramente.
- Dónde estás? Mis amigos dicen que te fuiste con Gabriel. Espero que no sea cierto, por tú sabes bien de lo que soy capaz.- colgó el teléfono, y sentí como si me exprimieran el corazón.
- Gabriel! tienes que irte- estaba histérica.
- Princesa, cálmate.
- Frank viene para acá. Lo presiento.( y no me equivocaba)
- Tranquila. Escúchame!- me acariciaba el pelo e intentaba tranquilizarme. Me abrazó con fuerza hasta que me calmé un poco.- Yo no lo tengo miedo a Frank. Ahora dime, tú quieres que me marche?
- Tu no lo escuchaste y no sabes como es él, si viene y tu.....- me interrumpió.
- A mí quien me importa eres tú. Estás segura? No quiero dejarte sola.
- Creo que es lo mejor.
- Te llamaré en un rato, ¿ok?-dijo mientras salía por la puerta.
- De acuerdo.
Me fui a mi cuarto y me recosté en la cama. En realidad estaba aliviada, tanto que me quedé dormida.( eran como las cuatro de la mañana)
Minutos más tarde, Frank llamó a la puerta, pero no escuché nada. Estaba profundamente dormida.
Marie le abrió la puerta. Entró en mi cuarto, y se acosto a mi lado.
Cuando desperté, estaba en sus brazos( creo que por eso dormí tan extrañamente bien, dadas las circunstancias)
Fui a ducharme, a prepararme para el trabajo. Al regresar a la habitación, Frank ya estaba despierto, pero aun seguía en la cama.
Empecé a vestirme, si decir palabra. Frank se levantó y me abrazó por la espalda cuando aun estaba desnuda.
-Siento mucho las cosas que dije anoche. Estaba tan celoso. Por favor, perdóname.
Sé que no he sido el mejor novio del mundo, pero te amo.
Sentí un dolor en el estómago ( que me amas?)
- Se me hace tarde- no dije nada más.Me llevó al trabajo. Estuve en callada todo el camino, y mientras, vi varias llamadas de Gabriel. También había un mensaje de texto:
'' Te he llamado varias veces y no contestas. Estoy preocupado. Por favor, llámame en cuanto puedas.''
De pronto ya no estaba tan segura de lo que estaba haciendo. Sentía que era momento de abandonar el plan.
-Gracias por traerme, después hablamos- baje del auto sin mas.
La mañana en el trabajo fue insoportable, no podía dejar de pensar en lo ocurrido.(Dios casi me acuesto con él)
Llamé a Gabriel y le dije que todo estaba bien.
- ¿ Segura? No me mientas, por favor.
- De verdad, no ha pasado nada. Todo está bien.
Al salir del trabajo, fui a casa de Frank. Teníamos que hablar...
Llamé a su puerta:
- Tenemos que romper.
2 comentarios:
Coño men, pobre Frank....
Los hombres celosos deberian pegarle cuernos a todos,...Y soy hombre..
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